A veces me gusta manchar y ya está

Como dice el título, a veces me gusta manchar y ya está, como a los niños jugar con barro solo por el mero placer de mancharse las manos, pues eso es lo que he hecho esta vez, ahora me gustan, igual mañana los veo y los rompo, igual no espero hasta mañana y lo hago dentro de un rato, pero el tiempo en el que los he estado haciéndolos he disfrutado.

Había una vez…

 

 

Había una vez una niña, con vestido grana y abrigo idem, sombrero de buhonero y zapatillas como un tren…

 

Que, en invierno, soñaba con las rebajas de verano, quería ver la ropita ordenada, con precios rebajados y bien etiquetados…

 

Pero llegaba el verano, año tras año, y las rebajas del verano, en NUEVA TEMPORADA se habían tornado, y esto a mediados de Julio, como si España en Groenlandia se hubiera mutado…

 

 

Así que esperaba, mientras su perrita Tita, envejecía, hasta un monóculo le había comprado, por si algún descuento a ella se le pasaba y la perrita lo veía…

 

 

 

Pero creció y creció, la niña, no la perrita que ya feneció, y a una fábrica a trabajar se marchó, lejos del centro comercial, en un polígono industrial, aggg!

 

Pero ella glamurosa seguía, incluso preñada, la pose mantenía…

 

Y así, esperando, a la ciudad regresó, y volvió a esperar las rebajas de verano, y de nuevo se decepcionó, así que se guardó su dinerito, para darse en otoño, ¿en otoño?, bueno si, en agos-toño, algún caprichito.

 

Lo mona que iba a estar ella en la NUEVA TEMPORADA, o sea en la única temporada, pero el año que viene estaría avispada, compraría la ropita de verano en las rebajas de Prada (es que era lo que rimaba con avispada y temporada)

                                                                 FIN

Verano, calor y archivo

En verano, cuando el sol quema, pero bien, es mejor quedarse en casa y hacer cosas que te diviertan, te entretengan o te relajen, yo, como soy una insomne, no duermo la siesta , y aprovechando que mi alter-ego tampoco, nos ponemos a pintar, dibujo libre, pero como soy una pesada, se lo hago repetir, por eso no está terminado, el mío si, y el resultado no es que me emocione precisamente, pero me recordó otros dibujos anteriores, muyyyyy anteriores, tema recurrente, paisaje evocador al fondo, niño mirando...

y para eso están los archivos, dibujos de cuando tenía doce o trece años, la cara de aburrimiento del perro me encanta...

También encontré otras cosas en el baúl de los recuerdos, no sé en qué momento se me ocurrió vestir a estas mozas de la roja, pero me viene al pelo para celebrar el triunfo de la ídem. Me encanta mirar los proyectos que hacíamos en la Escuela, menudo curro nos dábamos, y todo sin Phososhop, hay cosas que no recordaba, pero allí están, en el archivo, y es divertido mirarlas de vez en cuando. Porque lo que queda de nosotros son los hechos, hechos son amores es mi lema desde siempre, y cada vez más.

Cangrejo o marmota...

No quiere decir que me esté poniendo cangrejo, no es mi problema, pero estoy viviendo desde hace diez días el día de la marmota, como en aquella peli en el que su protagonista veía como todos los días se repetía la misma historia y por mucho que él intentara cambiarla, casi no lo conseguía... el resultado al final del día era el mismo.
Bueno, pues a mi me pasa esto todos los días, me levanto... tarde, considero levantarse tarde a las nueve de la mañana. Me lavo, levanto la cama, desayuno, despierto a miniyo, que no se despierta, hago las cosas típicas que se hacen cuando estás en casa, lavadora, planchar, encender el ordenador, mirar el correo, feisbukear, tuittear, mirar los cristales... qué sucios están, joder, si hace nada los hicimos... abrir la nevera, volver a despertar a miniyo, abrir el congelador, hacer la cama, repasar los baños, subir la persiana de la habitación de miniyo, volver a abrir la nevera, por si durante los diez minutos desde que la abrí por última vez, alguien ha comprado y me ha hecho la comida... no es tan raro, pasaba en casa de mi madre.

En fin que, después de darle un besito en el pié, otro en la molleta que le sale entre la camiseta y el pantalón del pijama y otro en la carita, le susurro dulcemente al oído: "o te levantas ya, o te quedas sin piscina para todo el verano"... miniyo es tan obediente si le pides las cosas con cariño, ay.
Una vez desayunada y tras ver todo lo que ponen en Clan entre las 10 y las 11 horas, nos vamos a Mercadona, no sea que si no vamos un día nos pongan falta, qué envidia me dan las personas que saben hacer la compra semanal de tal forma que no visitan el super en toda la semana. Panadería, porque creo en el comercio tradicional y a casa, cogemos el bolso con las toallas y demás y a la piscina hasta la hora de comer.
Comer, cada una a sus deberes, piscina otra vez, ducha y parque, preparar cena para cenar en el parque y a casa. Esto día tras día.

No digas de ir a la playa...
-¿comoooooo?, ¿la playaaaaaa?

 La tengo a 15 minutos andando lentamente, diez a mi paso y 5 en el tranvía... si, a la Malvarrosa, pero no, ¿para qué? con lo bien que estamos en esta, nuestra comunidad...

-¿Y si nos vamos esta tarde de rebajas?
- ¿cómo?¿a mirar ropa y zapatos que no te compras? ¡vaya aburrimiento! yo me quedo en el parque y luego me recoges...

-Te compro un Pet Shop...
-pueeeees, mejor me lo compras, uno de los del bosque, pero yo me quedo en el parque... y tu vas más tranquila...

-¿Nos vamos al cine?...
-¿A las sieteymedia estamos aquí?
-... no
- pues entonces no, que yo tengo que ver las Winx (dibujos más hortera no he visto en mi vida) con mis amigas...
- Bueno, pues hacemos una cosa, esta tarde nos vamos de rebajas, al cine y a cenar a la playa si se tercia, con alegría y sin protestar ni una sola vez o no ves las... esas en todo el verano.

Bueno, esto todavía no lo he hecho, sigo en el día de la marmota, pero un día de estos lo conseguiré, menos mal que los fines de semana nos vamos y cambiamos de aires... ¡donde siempre!,que estamos en crisis, ¡ay!

El talento

No lo entiendo...

Siempre me han gustado este par, desde que los hice, no sé para que, pero los suelo tener delante, o al lado… no son perfectos, pero acompañan, no te dicen lo que tienes que hacer, ni reaccionan violentamente cuando no les gusta lo que haces o lo que dices.

Tengo la suerte de que siempre he encontrado hombres así, nunca he visto lo contrario, aunque lo he rozado… algún excompañero de trabajo diciendo que “a veces se comprende que un tío se ponga violento, porque hay mujeres que te sacan de quicio”… creo que aún se está arrepintiendo de semejante majadería.

Pero cuando oigo noticias sobre violencia de género, siempre que un hombre mata a una mujer me pongo enferma, pienso que no evolucionamos, que algo falla…