Había una vez…

 

 

Había una vez una niña, con vestido grana y abrigo idem, sombrero de buhonero y zapatillas como un tren…

 

Que, en invierno, soñaba con las rebajas de verano, quería ver la ropita ordenada, con precios rebajados y bien etiquetados…

 

Pero llegaba el verano, año tras año, y las rebajas del verano, en NUEVA TEMPORADA se habían tornado, y esto a mediados de Julio, como si España en Groenlandia se hubiera mutado…

 

 

Así que esperaba, mientras su perrita Tita, envejecía, hasta un monóculo le había comprado, por si algún descuento a ella se le pasaba y la perrita lo veía…

 

 

 

Pero creció y creció, la niña, no la perrita que ya feneció, y a una fábrica a trabajar se marchó, lejos del centro comercial, en un polígono industrial, aggg!

 

Pero ella glamurosa seguía, incluso preñada, la pose mantenía…

 

Y así, esperando, a la ciudad regresó, y volvió a esperar las rebajas de verano, y de nuevo se decepcionó, así que se guardó su dinerito, para darse en otoño, ¿en otoño?, bueno si, en agos-toño, algún caprichito.

 

Lo mona que iba a estar ella en la NUEVA TEMPORADA, o sea en la única temporada, pero el año que viene estaría avispada, compraría la ropita de verano en las rebajas de Prada (es que era lo que rimaba con avispada y temporada)

                                                                 FIN